El sábado 21 de mayo nos reunimos para vivir con alegría la segunda convivencia vocacional del año.  Ha sido una bendición encontrarnos ya que, aunque fuimos pocos, el entusiasmo, la diversión y sobre todo el deseo de conocer más sobre la vocación a la Fe no faltaron.

Realizamos dinámicas, oraciones, partido de bádminton, compartimos el tema haciendo actividades como la línea del tiempo de nuestra historia de creyentes y el reconocimiento de actitudes relacionadas a esta vocación a través de mímicas.

Sin duda alguna, reconocer que al igual que la vida, la Fe es un regalo de Dios para todos, sin merecimiento previo, nos ayuda en nuestro camino durante esta vida, porque no solo hemos sido creados por amor y con un propósito sino además hemos sido amados como hijos e hijas de Dios.

Si Dios lo permite, según sea conveniente, nos vemos en la tercera convivencia vocacional.