El viernes 30 de junio se clausuró el curso escolar por parte del claustro de profesores con una mañana de reflexión aplicada a la vida y profesión desde el ideario agustiniano del Colegio y la posterior celebración de la tradicional Eucaristía por el curso que termina.
Desde la interioridad del corazón dimos gracias a Dios por todo lo vivido durante este curso, pedimos perdón por nuestros errores y con ilusión miramos con esperanza el nuevo que comenzaremos en septiembre. Además estrechamos nuestro ser comunidad en misión compartida, fundamental valor del carisma del Colegio. Los profesores decoraron creativamente unas camisetas entre ellos, con diferentes colores, dejando entrever la silueta de un corazón llameante, característico de San Agustín, hombre siempre en búsqueda de la Verdad, de lo auténtico y lo bello que es Dios mismo. Nosotros también queremos ser «corazones inquietos» siempre en movimiento de amor hacia lo que somos y deseamos compartir como compañeros y maestros en bien de otros. ¡Felices Vacaciones!